El perro de Barbie

La vida es un juego de percepciones y el perro de Barbie no la tiene fácil.

El perro de Barbie
Ayla dandole besitos a su humana. Foto: Felix Cano

Cuando era una niña y uno de mis perros murió, mi abuela planto esta idea en mi mente:

Ya está feliz en el cielo de perritos, junto con vodka, tequila, yuki (y todos los perros que tuvo mi abuela jeje), y cuando tú te mueras, todos esos perros que pasen por tu vida te estarán esperando en tu camino por el arcoíris.

Seguro me lo dijo solo para que me sintiera mejor de que aquel perrito estaba en un lugar bonito. Pero con los años yo solo tuve esto en la cabeza:

¿lo estoy haciendo bien? ¿lo hice bien? Ese perro ¿si me estará esperando en el camino de arcoíris cuando muera?

En la vida, siempre habrá personas que te dejen mensajes importantes, quizás para ellas sin el propósito de hacerlo, a lo que voy es que tú decides que actitud tomas, ante todo, la vida es un juego de percepciones.

Yo en este caso auto juzgando si lo que hago con mis perros está siendo lo correcto.

Jachi saliendo del agua. Foto: Felix Cano

Veamos el mensaje de Barbie y mi percepción de ello.

Primero el concepto de la mujer, en una escena se dice literalmente que ser mujer es imposible, en tanto que la mujer es un concepto que esta atravesado por muchos otros; como la maternidad, la belleza, la pureza, etc.

A mi parecer NO mucho han cambiado las cosas desde la era victoriana donde se agudizó el arquetipo de “la mujer ideal”, que en gran medida se sostiene hasta el día de hoy, hablamos de una mujer dividida, por que debería verse lo más atractiva posible bajo un modelo confuso, donde se sexualizaba su imagen, por ejemplo con los corsés, pero no debían expresar voluntariamente se deseó sexual, porque si no supuestamente perdían pureza, teniendo como resultado una mujer objeto, con una posición pasiva, a la expectativa del deseo del hombre.

Actualmente la sociedad, la comprensión occidental de la belleza y los estereotipos impuestos por el mercado, manejan ideales del “ser mujer” muy similares a los de la era victoriana que por supuesto traen malestares en las mujeres.

Entonces sí, totalmente de acuerdo con la idea de que, si es imposible ser mujer, porque es un concepto que se desmorona desde su construcción misma y no se sostiene más que en relación con el deseo del otro.

Por otro lado, me deja esto otro mensaje nuestra manera de construir la identidad, Barbie podía ser lo que quisiera ser, pero en medida que lo sea para alguien más, de ahí la necesidad de crear a Ken, ¿de que vale ser si no va a ser para alguien mas que complete la historia?

Barbie es solo una pieza de un concepto más grande, que es la figura del amor ideal de pareja o la comprensión teleológica del ser en occidente: “se nace para ser feliz”

Y esto se consigue a partir de elementos que no me pertenecen; coche, casa, ropa, etc. Solo a partir de una serie de esfuerzos y tensiones de metamorfosis tan infinitas como las diferentes ediciones de la muñeca Barbie, ya que nunca es suficiente.

Entonces si sumamos la imposibilidad de ser mujer y la tendencia a construir nuestra identidad más en el otro que en uno mismo, tenemos una época donde las personas padecen de malestares cada vez más similares entre sí, donde el sentido de la vida y del día a día persiguen la aprobación y la mirada del otro, antes que cualquier sensación individual que finalmente es lo único que tendremos por garantizado.

Entonces si Jacques Lacan dijo: que ser mujer es imposible, me atrevo a decir que “SER es imposible”

En tanto la actualidad nos empuja más hacia el DEBER ser, que, al SER, tanto a hombres como a mujeres.

Lo que me abre a la pregunta, entonces ¿Qué es SER?

Y esto por supuesto afecta total y absolutamente nuestra relación con los perros, porque ¿cómo vamos a dejarlos SER? si es algo que ni nosotros tenemos claro.

El Perro de Barbie la tiene difícil, por eso hoy te pido, empatía si nosotros la tenemos difícil en este “real world” imagínate lo que es para los perros, dejemos de imponer ideas nuestras en ellos, deja de humanizarlos y dejémoslos mejor ser perros.