El ruido afecta el comportamiento de tu perro.

La exposición constante a entornos ruidosos como las ciudades, pueden estresar a tu perro.

El ruido afecta el comportamiento de tu perro.

La semana pasada hablaba justo de las peculariedades de cada sentido del perro, más hoy quiero abordar el tema especifico del oído y como esa exposisión constante a ruidos, puede verse reflejado en las conductas de tu perro. 

Para ello comencemos primero por definir que es el estrés auditivo residual. Se refiere a la ansiedad o malestar que experimentan algunos perros después de estar expuestos a sonidos altos o a ruidos que encuentran perturbadores o amenazantes. Este tipo de estrés puede ser el resultado de una sola exposición a un sonido fuerte, como fuegos artificiales o tormentas eléctricas, o puede desarrollarse a lo largo del tiempo debido a una exposición constante a entornos ruidosos como en las Ciudades.

 ¿Cómo se ve esto en mi perro? puede variar ampliamente dependiendo del individuo, pero comúnmente incluyen:

Comportamiento temeroso o ansioso: Esto puede manifestarse como temblores, esconderse, o buscar consuelo en sus dueños.

Evitación: El perro puede tratar de huir o esconderse ante la anticipación de ruidos similares.

Hipersensibilidad a sonidos: Incluso los ruidos normales o bajos pueden comenzar a causar una respuesta de miedo o estrés.

Cambios en el comportamiento: Esto puede incluir un aumento en la agresividad, cambios en los patrones de sueño, o pérdida de apetito.

Problemas físicos: En casos severos, el estrés puede llevar a problemas de salud como diarrea, vómitos o disminución del sistema inmunológico.

Para ayudar a un perro con el estrés auditivo residual, es importante tomar medidas tanto preventivas como correctivas:

Prevención: Intenta minimizar la exposición a sonidos que sabes que perturban a tu perro. Si anticipas eventos ruidosos como fuegos artificiales, prepara un espacio seguro y tranquilo para tu perro donde pueda sentirse protegido.

Desensibilización: Esto implica exponer gradualmente a tu perro a los sonidos que le causan miedo a un volumen muy bajo, mientras le ofreces recompensas positivas para crear asociaciones positivas. Con el tiempo, puedes incrementar gradualmente el volumen, sin que el perro tenga una reacción negativa, el aumento al sonido irá junto con su aceptación al mismo. 

Consultar a un profesional: Un veterinario o especialista en comportamiento animal pueden ofrecer orientación específica y, si es necesario, medicamentos para ayudar a manejar la ansiedad.

Enriquecimiento ambiental: Asegúrate de que tu perro tenga suficiente ejercicio físico y mental para ayudar a reducir su nivel general de estrés, por ello los paseos en la naturaleza son tan beneficiosos para ellos. Por la noche desconecta los aparatos de wifi o dejalos fuera del alcance de su zona de descanso, ya que estos aparatos emite un ruido electrico o zumbido electrico, que no es perceptible a tu oído pero para el perro si. 

 Técnicas de relajación: proporcionale juguetes interactivos que puedan ayudarle a distraerse y a calmarse puede ser útil, acariciarle si a tu perro le gusta o colocar olores relajantes como lavanda pueden también relajarle. 

Es importante abordar el estrés auditivo residual en los perros con comprensión y paciencia, ya que el miedo a los ruidos puede ser profundamente perturbador para ellos, recuerda que ellos escuchan de 2 a 3 veces más que tú.