Sé que NO ES MI HIJO, es MI PERRO.
Pero yo si soy su madre...
A diferencia de un hijo, mi perro No se hará independiente, ni válido por sí mismo: siempre me va a necesitar para comer, beber o simplemente hacer deporte.
Nunca se parecerá a mi, ni física ni psicológicamente.
Veré a mi perro crecer tanto que le llegaré a ver envejecer, y no él a mí, como lo haría un hijo. No sólo seré quien le cuide sino seré quien le vea irse para siempre. Simplemente, ese será nuestro destino.
Mi perro, no una persona, y tampoco es mi hijo. Sin embargo, yo sí soy su madre.
Creo que ha quedado claro lo que es un hijo, pero… ¿una madre? Para mí, una madre es alguien que se sacrifica por sus hijos, cuida de ellos, cambia su vida para el bienestar de su familia. Una madre mima, educa, guia y quiere incondicionalmente siempre. Por todo esto, mi perro no es mi hijo, pero yo....
¡SÍ SOY SU MADRE!
Y no se, lo que es que me digan “mamá” o “te quiero” más si sé que esos ladridos de emoción, o esos brincos cuando llego a casa dicen eso.
Tampoco se que es salir corriendo al pediatra, pero conozco la angustia de salir corriendo al veterinario.
No se que es cambiar pañales, pero definitivamente si eh limpiado las popos del patio.
No he parido, pero si he conocido el poder de la oxitocina cada vez que cruzo la mirada con mis perros.
Mi hijos tienen 4 patas y daría cualquier cosa por ellos, como cualquier madre.
Por que madre es aquella que se sacrifica por sus hijos, cuida de ellos, los mima, educa, guia y quiere incondicionalmente siempre.
Soy, orgullosamente la mamá de mi perros.
Feliz día mama perruna